Existen muchos tipos de malware capaces de infectar a ordenadores portátiles y de sobremesa y a dispositivos móviles. Cada uno de ellos tiene un objetivo de carácter ilícito y malicioso, por lo que hay que prestarles mucha atención y tomar las medidas de prevención adecuadas para evitar el contagio.
Antes de explicar cuáles son los diferentes tipos de malware que existen, es necesario definir este concepto con exactitud. En concreto, el término malware es un juego de palabras compuesto por los términos malicious (malicioso) y software (programa informático). Por tanto, significa, literalmente, “programa informático malicioso”. También se le denomina virus informático.
La actividad de estos programas maliciosos puede tener consecuencias nefastas. Se instalan en los equipos sin consentimiento de sus usuarios y -según el tipo-, llevan a cabo determinadas acciones ilícitas. Por ejemplo, pueden robar información personal, entorpecer el funcionamiento de las aplicaciones o “secuestrar” el dispositivo pidiendo un rescate económico. Por ello, los expertos en ciberseguridad están tan cotizados en estos momentos.
Existen más tipos de malware de los que se pueden imaginar. Sin embargo, aquí se va a hacer una clasificación que trata de englobarlos a todos según cuáles sean sus propósitos.
Fue el primer malware en aparecer. Debe su nombre a que provocan el mal funcionamiento del equipo y de las aplicaciones instaladas en él. Por ejemplo, cuando un ordenador se ralentiza sin que haya un motivo que lo explique, lo normal es que se deba a que hay archivos de este tipo saturando la memoria RAM.
En muchos casos, no solo se instalan en el disco duro del equipo, sino que también se cuelan entre los ficheros de las propias aplicaciones. Gracias a esto, son especialmente difíciles de detectar. Para prevenir la infección y corregirla si ya ha sucedido, hace falta contar con un buen programa antivirus.
Todo el mundo conoce la historia del caballo de Troya. Este objeto fue utilizado por los aqueos para atravesar los muros de la ciudad, matar a los guardias y abrir las puertas para que el ejército aqueo pudiese vencer la guerra. Parecía un obsequio, pero iba cargado de soldados.
Un troyano funciona del mismo modo. Se trata de un malware que se oculta dentro de un programa aparentemente inofensivo. Sin embargo, realiza acciones no deseadas en segundo plano (descarga de otras aplicaciones maliciosas, borrado de archivos del sistema, etc.). Pueden llegar a ocasionar problemas tan graves que obliguen al usuario a formatear el equipo.
Muchas personas confunden gusano y troyano, pero no son sinónimos. Entre los tipos de malware, este debe su nombre a que, una vez que ha infectado un equipo, puede replicarse y contagiar a todos los que se conecten a él a través de una red. De hecho, se esconde perfectamente en unidades USB, archivos adjuntos de correo electrónico, etc.
Este término está formado por las palabras ad (anuncio) y software, que ya se definió antes. Por tanto, se trata de un programa malicioso cuyo objetivo es mostrar contenidos publicitarios no deseados con el propósito de incitar al usuario a realizar una compra.
Muchas veces, navegar utilizando una herramienta VPN es suficiente para evitar el contagio. Sin embargo, conviene prevenir la infección revisando con detenimiento los certificados de seguridad de los sitios web en los que se descargan archivos.
El malware del rescate y, sin duda, el que ha protagonizado los ciberataques más espectaculares a nivel global. Solo hace falta recordar la crisis que causó WannaCry en el año 2017.
Lo que hace un ransomware es cifrar los archivos alojados en el ordenador o dispositivo móvil. De este modo, el usuario no puede acceder a ellos. Para volver a hacerlo, es necesario que pague una determinada cantidad de dinero al hacker. Evidentemente, esto es algo que nunca se debe hacer.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre ransomware y malware? La única que se puede encontrar es que el malware del rescate no daña los archivos que encripta, aunque impida el acceso. El malware, por norma general, sí.
En este análisis de tipos de malware este es el último del que se va a hablar. El spyware es un programa espía es aquel que se introduce en un ordenador o teléfono móvil con el objetivo de robar la información personal de sus usuarios. Sería el caso, por ejemplo, de las contraseñas de su cuenta de correo electrónico o de su clave de banca en línea.
Posteriormente, el programa envía al hacker que lo creó esa información. Este se encarga de chantajear al usuario o, incluso, de suplantar su identidad a la hora de realizar determinadas operaciones.
En definitiva, hay muchos tipos de malware, pero estos son los más comunes, es decir, con los que más asiduamente se enfrentan los usuarios. Conocerlos es fundamental para prevenir infecciones y solucionarlas en caso de que ya hayan sucedido. De esta forma, y de manera paralela, cada vez son más quienes apuestan por cualificar su formación con programas como Bootcamp en Ciberseguridad, dada la amplia empleabilidad que está ofreciendo en relación a las exigencias del mercado actual.
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