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Artículo actualizado en enero de 2025.
2024: El Auge de los Modelos Generativos
En 2024 todo el mundo se sorprendió, y maravilló con los modelos generativos de la Inteligencia Artificial. Aplicaciones como ChatGPT generaron una ola de atención sin precedentes desde su lanzamiento en noviembre de 2022. En tan solo dos meses, alcanzó 100 millones de usuarios, siendo la aplicación de mayor crecimiento en la historia moderna, superando a TikTok y a Instagram. Mientras, herramientas como DALL-E, Gemini y Midjourney nos mostraron impresionantes avances en la creación de contenido visual y textual, dando la impresión de que nos acercábamos a la "Inteligencia Artificial General" que estábamos familiarizados a ver en películas.
Sin embargo, el entusiasmo inicial ha ido dando paso a una etapa más realista. Las "alucinaciones" de los modelos—respuestas incorrectas o incoherentes—evidenciaron sus limitaciones. Tanto es así que Gemini, pese a las altas expectativas, tuvo errores evidentes que hicieron tambalear las acciones de Alphabet en sus presentaciones.
Esta tecnología ha creado una burbuja de expectativas y, en muchos casos, de frustraciones. Sin embargo, también ha demostrado capacidades asombrosas que seguirán evolucionando. En los próximos años veremos cómo estos modelos se vuelven más complejos, integrándose en nuestros dispositivos móviles, dejando atrás su uso a través de plataformas web para estar incorporadas en nuestras aplicaciones de uso diario.
Tal y como expresaba la Ley de Amara, parece que hemos sobreestimado las capacidades de la IA Generativa a corto plazo, pero aún nos queda por descubrir cuál es el impacto que estamos infravalorando a largo plazo.
Durante el año que acaba de empezar, nos va a empezar a resultar familiar un nuevo concepto: los agentes IA. A diferencia de los modelos generativos, estos agentes no solo responden, sino que planifican, toman decisiones y son capaces de ejecutar tareas de manera autónoma. Este mes de diciembre OpenAI ha presentado Operator Agent y Google ha hecho lo propio con Jules y Project Mariner. Estos primeros agentes IA prometen ofrecer capacidades prácticas y avanzadas. Marcando el inicio de un proceso de innovación tecnológica fuera del foco mediático, sin ruido, pero con un enorme impacto en el futuro de la empresa y el mercado laboral.
Este fenómeno forma parte de la llamada hiperautomatización, un término popularizado por Gartner, que describe el uso combinado de tecnologías avanzadas para automatizar tareas más allá de las capacidades humanas. Los agentes IA forman parte de una revolución silenciosa, que sienta las bases de un futuro donde la inteligencia artificial no solo sea útil, sino indispensable.
Inicialmente, los agentes de IA actuarán como ayudantes para empleados, lo que Microsoft denomina copiloto. Gestionando correos electrónicos, informes y otras tareas repetitivas. Paulatinamente se irán integrando con nuevas aplicaciones en los sistemas de las compañías, donde los procesos son más controlados y no requieren las implicaciones de una IA generativa. Con el tiempo, asumirán roles más complejos, ejecutando flujos de trabajo completos y colaborando con sistemas, personas y otros agentes. Cada vez irán requiriendo una menor intervención humana hasta alcanzar la plena autonomía, asumiendo tareas más complejas, y transformando profundamente la manera en que trabajamos. Finalmente, los reconoceremos como "empleados digitales".
En 2025, continuarán las enormes inversiones de desarrollo sobre los actuales modelos fundacionales, que serán cada vez más potentes, pero también más costosos y complicados de mantener. Sus funcionalidades crecerán al ritmo de las enormes inversiones, trayendo consigo impresionantes avances y nuevas frustraciones. Paralelamente, el impacto silencioso de la automatización transformará el mundo tal y como lo conocemos.
En este nuevo escenario, las tareas tediosas y repetitivas dejarán de ser humanas. En principio, permitiendo que nos enfoquemos en actividades más creativas y estratégicas. Pero si algo nos enseña la Ley de Amara es que el futuro tecnológico rara vez se desarrolla como esperamos, y su impacto suele ser mucho más profundo de lo que imaginamos.
Artículo original publicado en agosto 2024.
Quizás cuando uno lee este término, “inteligencia artificial”, piense en películas y libros de ciencia de ficción. Pero no debería. La inteligencia artificial (IA) forma parte de la realidad como un elemento más y es muy útil en los distintos sectores laborales.
De hecho, la inteligencia artificial ya se encuentra como uno de los principales mercados para invertir en bolsa. Y es que un 85% de las empresas europeas y estadounidenses piensan que la IA debe ser prioridad en el desarrollo de su negocio. Por otro lado, un 35% de estas mismas entidades ya la utilizan de manera directa o indirecta.
No es de extrañar: los usos de la IA o inteligencia artificial son de lo más variado. Principalmente se utiliza en tareas de investigación.
En efecto, los ejemplos de inteligencia artificial son muchos. Sin ir más lejos, las energías renovables son uno de sus mayores beneficiados. Aunque, últimamente, el sector sanitario es uno de los campos profesionales más solicitados.
Buscar la longevidad de la población, crear aplicaciones sobre oncología o investigar la pandemia; son solo algunos de sus ámbitos de estudio. De hecho, en este último aspecto destaca la supercomputadora Fugaku.
Pero si te preguntaras qué es la inteligencia artificial, ¿tendrías claro cómo responder?
La inteligencia artificial o IA es una especialidad dentro del campo de la investigación y la informática. Mediante mecanismos lógico-matemáticos, se programan órdenes a las máquinas, con el objetivo de que estas satisfagan las necesidades de las personas.
Como ya se ha adelantado, entre las principales aplicaciones de la IA destaca la investigación en todas sus formas. Ciencia, I+D+i, innovación y uso de las nuevas tecnologías, que se aplican a todo tipo de situaciones. También en lo cotidiano.
A continuación, 7 ejemplos de uso de inteligencia artificial en nuestro día a día:
Siri, Alexa o Cortana; nombres que hace algún tiempo no nos hubieran dicho nada, pero que hoy forman parte del día a día de muchos hogares.
En 2003 ya se crearon los primeros asistentes personales, pero no ha sido hasta los últimos años cuando se han puesto de moda. O, ¿quién no le pregunta el tiempo a su altavoz inteligente? Y lo mismo, a la hora de pasar una canción en la ducha.
Tu Smartphone es, sin duda, sinónimo de inteligencia artificial. Desde utilizar asistentes de voz como los ya mencionados, hasta el momento de hacer selfies; pasando por el correo electrónico. Todo esto funciona, a partir de IA.
En el caso del correo electrónico, por ejemplo, los distintos servicios utilizan la inteligencia artificial para identificar los mensajes de spam, así como aquellos correos con posibilidad de virus.
En esta lista de 7 ejemplos de uso de inteligencia artificial en nuestro día a día, no pueden faltar las llamadas Smart houses o casas inteligentes.
La automatización ha llegado al hogar. Robots de cocina, duchas programables en temperatura y música, luces que se encienden solas o rumbas. Sin olvidar, por supuesto, las populares Smart TV, donde dispones de acceso a internet.
Por otro lado, cabe destacar el famoso algoritmo de las redes sociales. Tanto las notificaciones como los contenidos que visualizas están predispuestos por inteligencia artificial.
La experiencia de usuario es clave para hacer tu navegación a medida. De este modo, si se te ofrece la información que deseas, volverás con más frecuencia.
En primer lugar, la IA es fundamental en los distintos sistemas de navegación. Por ejemplo, Google Maps te avisa de si hay una carretera cortada o de la cantidad de tráfico en tiempo real.
Además, tampoco ya es extraño disponer de un coche con un botón de emergencia. Este acciona un geolocalizador y avisa a las autoridades, en caso de accidente.
En el comercio electrónico, cabe destacar la IA, a la hora de personalizar tu compra. Los productos destacados aparecerán, en función de tus gustos o búsquedas realizadas.
Finalmente, la IA se emplea para mejorar la ciberseguridad, un aspecto fundamental en tu oficina. De hecho, los ciberataques se encuentran cada vez más presentes en todo tipo de empresas, de ahí que este apartado también forme parte de estos 7 ejemplos de uso de inteligencia artificial en nuestro día a día.
Y si has pensado dedicarte profesionalmente a la inteligencia artificial, en IMMUNE tenemos programas informativos muy interesantes. Es el caso del Máster en Inteligencia Artificial & Data Science, un programa formativo que te prepara para obtener las certificaciones profesionales de Data Engineer Associate de Databricks y la certificación Associate de Microsoft Azure.
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Creación de contenidos inteligentes: La digitalización de contenidos como videoclases, conferencias y guías de libros de texto puede realizarse mediante Inteligencia Artificial. Podemos aplicar diferentes interfaces como animaciones y contenidos de aprendizaje mediante la personalización para alumnos de diferentes cursos. La Inteligencia Artificial ayuda a crear una rica experiencia de aprendizaje generando y proporcionando resúmenes de audio y vídeo y planes de estudio.
Reconocimiento facial: Nuestros dispositivos favoritos, como teléfonos, ordenadores portátiles y PC, utilizan técnicas de reconocimiento facial mediante filtros faciales para detectar e identificar con el fin de proporcionar un acceso seguro. Aparte del uso personal, el reconocimiento facial es una aplicación de Inteligencia Artificial muy utilizada incluso en áreas relacionadas con la alta seguridad en varias industrias.
Sistema de recomendación: Diversas plataformas que utilizamos en nuestra vida diaria, como el comercio electrónico, los sitios web de entretenimiento, las redes sociales, las plataformas para compartir vídeos, como YouTube, etc., utilizan el sistema de recomendación para obtener datos de los usuarios y ofrecerles recomendaciones personalizadas para aumentar su participación. Se trata de una aplicación de Inteligencia Artificial muy utilizada en casi todos los sectores.
La Inteligencia Artificial se utiliza para identificar defectos y deficiencias de nutrientes en el suelo. Para ello se utilizan aplicaciones de visión por ordenador, robótica y aprendizaje automático. La IA puede analizar dónde crecen las malas hierbas. Los robots de IA pueden ayudar a cosechar los cultivos a un volumen mayor y a un ritmo más rápido que los trabajadores humanos.
La Inteligencia Artificial encuentra diversas aplicaciones en el sector sanitario. Las aplicaciones de IA se utilizan en sanidad para construir máquinas sofisticadas capaces de detectar enfermedades e identificar células cancerosas. La Inteligencia Artificial puede ayudar a analizar enfermedades crónicas con datos de laboratorio y otros datos médicos para garantizar un diagnóstico precoz. La IA utiliza la combinación de datos históricos e inteligencia médica para el descubrimiento de nuevos fármacos.
La seguridad de los datos, que es uno de los activos más importantes de cualquier empresa orientada a la tecnología, es una de las aplicaciones más frecuentes y críticas de la IA. Con datos confidenciales que van desde los datos de los consumidores (como la información de las tarjetas de crédito) hasta los secretos organizativos que se guardan en línea, la seguridad de los datos es vital para que cualquier institución satisfaga sus obligaciones tanto legales como operativas. Esta labor es ahora tan difícil como vital, y muchas empresas despliegan soluciones de seguridad basadas en IA para mantener sus datos fuera de las manos equivocadas.