La ciberseguridad tiende a centrarse en los dispositivos digitales de trabajo o de ocio, como ordenadores o teléfonos móviles, pero debe ir más allá. La industria automotriz cada vez está más conectada y depende de las nuevas tecnologías, por lo que también necesita protección frente a ataques y fraudes.
La creciente complejidad de los sistemas integrados en los vehículos, junto con su conexión constante a Internet, ha dado lugar a nuevas amenazas en materia de ciberseguridad. Revolve trabaja para detectarlas y combatirlas mediante soluciones tecnológicas avanzadas.
Realizado por Fernando Ramírez
Programa Cybertalent: Programa de emprendimiento en Ciberseguridad | En colaboración con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE)
Tecnologías Escáner de amenazas | Antivirus | Acceso remoto
Los vehículos que usamos para desplazarnos cada vez cuentan con más nuevas tecnologías, lo que es un arma de doble filo. Por un lado, pueden hacernos la vida mucho más agradable mediante automatizaciones como poner sistemas en marcha antes de que entremos al vehículo o conectarnos al coche mediante una app. Por otro lado, esto proporciona nuevos vectores de entrada a los ciberdelincuentes, que pueden acceder tanto a datos críticos como al control del vehículo. Revolve se centra en la protección de estos sistemas, buscando proteger a sus clientes de todos los riesgos asociados.
El proceso para poder dar solución a estos problemas incluye la creación de tres niveles de protección:
Revolve consigue que los propietarios y usuarios de vehículos que cuentan con conexión a Internet puedan estar tranquilos gracias a la seguridad integral que ofrece. La protección en tiempo real evita que los clientes sean víctimas de ciberataques que les puedan poner en peligro mientras el vehículo está en funcionamiento, así como de ataques más habituales como robos de datos o accesos no permitidos.
La variedad de dispositivos que se pueden conectar a Internet no deja de crecer, y los vehículos han llegado para quedarse. Plantean situaciones antes desconocidas, como la conducción autónoma, que requieren sus propias protecciones para evitar y enfrentar ataques en tiempo real para que la seguridad de los ocupantes no se ponga en riesgo. Revolve soluciona este problema, permitiendo que el cliente se centre única y exclusivamente en disfrutar de su vehículo.