Las nuevas tecnologías tienen un impacto muy positivo en nuestra vida y nuestro día a día. Sin embargo, hay un sector en el que no son muy bienvenidos: el laboral. Aunque en muchos puestos de trabajo, las máquinas facilitan las tareas de los empleados, la creación y aparición de robots con características muy desarrolladas, hacen que muchos humanos vean como su puesto de trabajo se tambalea.
Razones no les faltan y es que los últimos estudios elaborados acerca de este tema, indican que en 30 años los robots ocuparán al menos la mitad de los empleos actuales. Esta nueva era ya ha comenzado. Un estudio elaborado por la Federación Internacional de Robótica (International Federation of Robotics) asegura que en 2019, 2,6 millones de robots industriales formarán parte de la plantilla de empleados. En el ámbito doméstico, 31 millones de robots ayudarán a las familias en sus tareas.
Sin embargo, los robots no van a dominar el mundo ni mucho menos. Los humanos continuamos siendo necesarios y, aunque muchos empleos, 800 millones en 2030 según un estudio de McKinsey&Company, serán reemplazados por robots, las personas continuarán desarrollando las funciones menos mecánicas.
Las fábricas, son uno de los ejemplos que ya utilizan robots y su adquisición se ampliará debido a las tareas mecánicas que se llevan a cabo en ellas. Las cadenas de producción serán mucho más rápidas y con un índice de error mínimo, ya que las máquinas están diseñadas para realizar unas funciones específicas.
En España los datos que ofrece la OCDE no son tan desfavorables. Tan solo el 12% de los puestos de trabajo están en peligro, y el 50% de ellos experimentará cambios. Sin embargo, este último dato no supone una pérdida de empleo, sino que humanos y robots trabajarán mano a mano.
A pesar de que los estudios publicados revelan que muchos trabajos desaparecerán, también se aseguran la creación de nuevas profesiones o funciones. Y es que los robots pueden realizar tareas más pesadas que suponen un riesgo para las personas, pero estas máquinas necesitan un mantenimiento y reparaciones, que solo pueden llevar a cabo seres humanos.
Entre los empleos que corren más peligro se sitúan: puestos de ventas, operaciones financieras y empresariales, administración y oficinas, cuidado doméstico y de personas mayores. Parece algo raro el ir a una tienda y que una persona no nos atienda, pero, cada vez son más los supermercados o tiendas que cuentan con cajas en las que uno mismo se encarga de pasar los productos y pagarlos. Las entidades financieras también están sufriendo la automatización y es que ¿cuántas veces en el último año has ido a la oficina bancaria para realizar alguna operación? Seguro que tienes descargada la app de tu banco en el móvil y desde ella accedes a tu cuenta y realizas transacciones.
La cuarta revolución industrial es ya una realidad, pero no tenemos que tenerle miedo. Las revoluciones siempre han supuesto mejoras en los trabajos. Los robots llegan para mejorar la calidad de los trabajadores y facilitar las funciones que estos llevan a cabo.