Los ordenadores o computadoras son un elemento indispensable. En el trabajo, en casa o en tu propio teléfono; vivimos en una era digital y eso es innegable. De ahí, la importancia de este invento, a priori, reciente en el tiempo.
Sin embargo, el término “ordenador” ya apareció en el siglo XVII, aunque su cometido era otro distinto: designar a una persona capaz de realizar cálculos. Más tarde, ya en el siglo XX se aprecian máquinas como el Z1 de Zuse (primer ordenador programable), el famoso “Enigma” de Turing, utilizado durante la Segunda Guerra Mundial; o el primer ordenador portátil en los setenta.
Asimismo, en los años noventa se llevó a cabo todo un hito histórico: el IBM Deep Blue ganó una partida de ajedrez al por entonces campeón del mundo, Garry Kaspárov.
Y en esa misma época también, en el año 1993, surgió la famosa lista Top500 de los superordenadores del mundo, donde investigadores internacionales fijándose en ciertos parámetros determinan la capacidad de la máquina.
Potencia, rendimiento o velocidad son algunas de las variables a tener en cuenta a la hora de nombrar a las supercomputadoras.
Un superordenador o supercomputadora es aquel tipo de ordenador que presenta capacidades de cálculo muy por encima de la media. De hecho, la velocidad de estas máquinas se mide en petaflops o mil billones de operaciones por segundo.
En otras palabras: estas computadoras están diseñadas para procesar en un segundo, miles de millones de datos. De ahí que, mediante la estadística, sirvan para predecir un tsunami o buscar planetas, entre otras acciones.
Antes que nada, cabe destacar que pese a que el PC más potente del mundo tenga un origen japonés (el Fugaku); la mayoría de las supercomputadoras quedan repartidas entre China y Estados Unidos.
Por un lado, China alberga 226 supercomputadoras de las 500 más potentes y, por el otro lado, Estados Unidos gana en cuanto a petaflops. Dispone de 644, en vez de los 565 chinos.
A continuación, el top 10 de las supercomputadoras en 2021
Este es sin ninguna el ordenador más potente del mundo. Este diseño japonés, proveniente del Centro de Ciencia Computacional de Japón en Kobe, sigue encabezando esta lista desde el pasado 2020, momento en el que batió al americano Summit con sus 415 petaflops.
Aunque su velocidad es de 442 petaflops, esta máquina puede sobrepasar los 1.000 petaflops (o lo que es lo mismo: 1 exaflop). Esto ocurre cuando Fugaku realiza operaciones en coma flotante de previsión simple (algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático). En la actualidad, sus más de 7 millones de núcleos se están empleando en investigaciones relacionadas con la COVID-19.
Su procesador mide 7 nanómetros y utiliza una arquitectura ARM, la cual se caracteriza por crear microprocesadores de menor tamaño, pero también de menor consumo. De este modo, los costes son más reducidos, por lo que se optimiza mucho más.
Asimismo, de forma simultánea, emplea como sistema operativo Linux, así como McKernel para su núcleo ligero. A esta infraestructura se le denomina Interfaz para núcleos heterogéneos.
Fugaku es la supercomputadora más rápida del mundo; de hecho, los japoneses emplearon casi 7 años para su desarrollo.
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