Las habilidades laborales son la referencia que revisan los encargados de recursos humanos antes de contratar a alguien. Si se quiere aspirar a las profesiones con más demanda, es imprescindible contar -al menos-, con cinco habilidades que ayudan a sobresalir y destacar respecto al resto de los candidatos.
En el ámbito digital podemos hablar en concreto de competencias profesionales digitales. También se conocen como competencias profesionales, las cuales se entienden por esas habilidades laborales y aptitudes que confirma la idoneidad de un candidato para desempeñar su futuro trabajo. Cada perfil deberá cumplir con una serie de requisitos, pero hay aspectos comunes que deben tenerse en cuenta.
Para tener en cuenta las habilidades laborales, es necesario partir del bagaje educativo y profesional de la persona. Las siguientes aptitudes laborales pueden ayudar a encontrar el puesto soñado.
En la acreditación de competencias contrastadas, debe constar que el aspirante no ha dejado de formarse. Es bastante habitual encontrar currículos que muestran que la persona decidió no estudiar nada más. Por ejemplo, ante la amplia oferta educativa en el ámbito tech de la que se dispone actualmente, abandonar la formación se considera poco adecuado. Hacer un máster o un curso concreto aumenta el valor de la persona y confirma que puede ser la ideal para cubrir una vacante determinada.
No es posible incluirlo en el reconocimiento de competencias profesionales, pero se valora a través de otro tipo de pruebas. Entre los nuevos perfiles profesionales que buscan las empresas, predominan los tecnológicos.
De nada sirve contar con habilidades laborales excelentes y la mejor formación si falta la iniciativa personal. En internet, por citar un ejemplo, el escenario puede cambiar en segundos. Ser proactivo y tener ideas para solventar cualquier problema es muy positivo.
Ya no basta con el inglés -y algo de francés-, para destacar. Por ejemplo, los mercados asiáticos emergentes exigen un mayor conocimiento del chino y del japonés. Ocurre lo mismo con idiomas como el noruego, el sueco o el ruso. El dominio de un buen número de lenguas es un sinónimo de buena formación y adaptación a la situación económica actual.
El buen profesional ha de saber cómo tiene que organizar su trabajo. Ha de comenzar estableciendo las metas realistas que deben superarse y debe determinar cómo hacerlo. También deberá encargarse de seleccionar el orden de los pasos a seguir y diseñar un calendario de ejecución. Ordenar el trabajo es el primer paso para evitar las pérdidas de tiempo.
Hay que adaptarse tanto al resto de la plantilla como a las posibles situaciones que puedan encontrarse. En todo momento, el candidato ha de aportar sus conocimientos y profesionalidad a los que le rodean. Mantener la calma en momentos en los que aumenta la carga de trabajo es una cualidad esencial para mostrar la capacitación individual para hacer frente a distintas situaciones.
Actualmente el mercado laboral reclama cada vez más una cualificación para cubrir vacantes relacionadas con el sector tecnológico. ¡Vamos a conocer los perfiles más valorados!
Uno de los perfiles que buscan las empresas con más perseverancia es el de experto en ciberseguridad dado que la ciberseguridad se ha convertido en una matriz imprescindible para el buen desarrollo de una empresa. Solo en 2021, se produjeron más de 300.000 delitos cibernéticos. Hasta un 51 % de las compañías han sufrido un ataque en la red. Por tanto, se han visto abocadas a invertir en seguridad cibernética.
Sin duda, se ha convertido en uno de los perfiles mas demandados. El profesional correspondiente es el encargado de diseñar la experiencia del usuario y la interfaz. La formación a través de un Bootcamp de Diseño UX UI puede suponer el aval perfecto para poder ser contratado por una compañía, ya sea emergente o con una amplia trayectoria y reconocimiento en su sector. En definitiva, hacer más fácil al cliente la experiencia del usuario a la hora de su navegación en la red repercute en los índices de conversión web para las compañías, entre otros beneficios, lo que se traduce a su vez en la rentabilidad del negocio.
Gracias a la variedad de opciones para formarse en la materia, no hay excusas para no especializarse. Además, las salidas profesionales del big data son múltiples y permiten trabajar en cualquier sector. Toda empresa que se precie debe saber interpretar los macrodatos que genera para seguir avanzando.
En su conjunto se han convertido ya en equivalentes de competitividad y de adelantarse a cualquier tendencia. El candidato ideal será quien equilibre una formación adecuada con la máxima adaptabilidad. El sector tecnológico encaja a la perfección con todo tipo de negocios. Su utilidad va de la mano con su carácter innovador y su continua evolución.
Como habrás visto, el repaso de las habilidades laborales más demandadas sirve como confirmación de la importancia de la transformación digital. Las empresas prefieren el equilibrio entre las capacidades técnicas y las personales a la hora de contratar. Todo sea por encontrar al profesional perfecto para cada puesto, y sobre todo, para hacerle frente a la situación económica actual. De ambas partes implicadas en el proceso, dependerá el éxito comercial y la consecución de los objetivos más optimistas. Formarse con un máster en nuevas tecnologías es ya una garantía de futuro.
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